La psoriasis es, a día de hoy, una de las enfermedades más estudiadas a nivel mundial. No obstante, la causa de la misma es, hasta el momento, una gran desconocida. Pese a ello, y gracias a dichos estudios, sí que se conoce y se reconoce la existencia de una serie de factores que pueden actuar como desencadenantes de un brote de psoriasis. A continuación, exponemos los más destacados:
Estrés
Los trastornos emocionales suelen coincidir con la aparición de brotes de psoriasis. Además, en determinadas ocasiones, puede producirse el proceso a la inversa, siendo la existencia de las lesiones en la piel lo que desencadene situaciones de estrés, ansiedad o fragilidad emocional. No obstante, y pese a ser uno de los factores más acusados, es uno de los más fáciles de controlar por el propio paciente.
Traumatismos
Uno de cada cuatro pacientes de psoriasis puede sufrir a lo largo de la enfermedad un fenómeno conocido como fenómeno de Koebner, el cual implica que, tras recibir un golpe, aparecen lesiones propias de la psoriasis alrededor de la zona afectada en cuestión. Además, otra serie de traumatismos, quemaduras o cicatrices pueden ser también desencadenantes de brotes de psoriasis.
Enfermedades bacterianas o víricas
La activación de células del sistema inmunitario propia de este tipo de enfermedades puede provocar la inducción o el empeoramiento de las lesiones causadas por la psoriasis. En concreto, afectaciones en focos infecciosos tales como la faringe o las vías urinarias se relacionan estrechamente con los brotes de psoriasis.
Medicamentos
Determinados medicamentos pueden verse involucrados en el desarrollo de brotes de psoriasis. Aquellos vinculados con el litio -uno de los elementos básicos de muchos psicofármacos- y los medicamentos para la hipertensión están directamente relacionados con el empeoramiento de las lesiones, pero no son los únicos: algunos básicos de nuestro botiquín, pueden tener también consecuencias negativas si se abusan de ellos. Por ello, se antoja indispensable que informes a tu médico de tus circunstancias antes de iniciar cualquier tipo de tratamiento.
Clima
Los cambios de estación y el frío extremo pueden relacionarse con los brotes de psoriasis. En líneas generales, los pacientes que sufren de psoriasis suelen mejorar en verano y empeorar en invierno, ya que la sequedad de la piel propia del frío empeora las lesiones. Sin embargo, es importante recordar que una exposición excesiva al sol puede ser contraproducente. De la misma forma, es conveniente evitar el contacto directo de la piel con aires acondicionados y focos con excesiva potencia.
Alcohol y tabaco
Por último, se ha comprobado que determinadas sustancias tales como el alcohol o el tabaco son factores estrechamente relacionados con el empeoramiento de los brotes de psoriasis, interfiriendo en determinados tratamientos y llegando, incluso, a provocar recaídas. En el caso del primero, además de la sequedad de la piel que provoca y que es fatal para las lesiones, puede dar lugar a graves efectos secundarios si se combina con determinados medicamentos para la psoriasis tales como el metotrexato.