Cuando hablamos de alergia lo primero que nos viene a la mente es esa sensación de picor en la nariz y los ojos, lagrimeo, estornudos muy seguidos, mocos, tos… ¿Pero por qué se producen estos síntomas? Todo este cuadro sintomático se debe a una reacción de defensa del organismo contra sustancias externas que penetran en el cuerpo, ya sea a través del aparato digestivo, el aparato respiratorio, sean absorbidas o atraviesen la piel. Es normal haber escuchado hablar alguna vez de alergia, pues es una patología muy frecuente y se calcula que una cuarta parte de las personas de los países desarrollados la padecen, y los síntomas que causa a veces son claros e intensos de reconocer, pero otras apenas causan molestias.
Sin embargo, la alergia ha aumentado muchísimo en estos últimos años, probablemente debido al estilo de vida en las ciudades y a la contaminación, pues es un trastorno que depende tanto de la genética como del ambiente que nos rodea. El cambio climático también es uno de los principales causantes de las alergias, pues su aumento en los últimos años ha hecho que se prolongue el periodo de polinización, haciendo que la primavera dure más tiempo y con ella, las alergias.
Por otro lado, también influyen los factores genéticos, con los que nacemos heredados de nuestros padres, y estudios demuestran que hay varios genes implicados en el desarrollo de alergias. Es decir, los hijos de padres alérgicos tienen más posibilidades de padecer alergias, aunque no quiere decir que vayan a desarrollarla. De hecho, es bastante corriente que padres e hijos desarrollen las mismas alergias porque comparten ambiente, pero eso no quiere decir que las hayan heredado.
Una de las curiosidades de las alergias es que no está presente en el nacimiento, sino que van apareciendo con el paso de tiempo según nos vamos exponiendo a diferentes sustancias del ambiente en el que crecemos, por eso es más frecuente que se produzcan en niños y adolescentes, aunque pueden aparecer en cualquier momento de la vida. Aunque no sea muy frecuente, hay algunos casos en los que la alergia se desarrolla durante el embarazo del bebé y a los pocos días de nacer aparecen síntomas, o incluso pueden aparecer en personas ancianas de repente. Otra de las cosas más curiosas, es que la alergia suele aparecer frente a sustancias que durante años se han tolerado perfectamente y de repente nuestro organismo deja de tolerar, como frutos secos, marisco, animales, etc.
¿Por qué nos pica la piel cuando tenemos alergia?
Varias alergias antes de producir otros síntomas pueden presentarse en forma de urticaria con ronchas o picores en la piel. Ahora bien, las causas del prurito pueden ser muy diversas: desde alergia a algún alimento o tejido hasta la llegada de la menopausia o un problema en el hígado, aunque suelen producirse debido a un trastorno cutáneo. En cualquiera de estos casos, el picor aparece cuando se produce una alteración en la piel porque la barrera cutánea está dañada, provocando que la piel reaccione de manera exagerada ante estímulos que no le afectarían en su estado normal, pero sí cuando la piel está sensible. Esta reacción puede ser desde una leve molestia a una molestia insoportable, que nos obliga a rascarnos de forma intensa, llegando incluso a causarnos lesiones por el rascado.
Para calmar el picor, uno de los factores imprescindibles es llevar ropa adecuada, es decir, elegir tejidos de algodón y evitar las prendas de fibras sintéticas. El sudor también puede empeorar el prurito, por lo que después de realizar alguna actividad física, es necesario aclarar la piel y el cambio de ropa lo antes posible. Aparte de tener una buena higiene, es importante una buena hidratación, pues mejora el estado de la piel y alivia los síntomas. Para ello, lo ideal es utilizar productos específicos con activos calmantes como Policalm Crema, que hidrata y suaviza las zonas irritadas de la piel, dejando una sensación de alivio del picor y confort inmediatos gracias al Polidocanol, el Aloe Vera y el Pantenol.
En cualquier caso, si sufres un picor intenso y constante en la piel y no tienes clara la causa, te recomendamos asistir a un especialista que analice y diagnostique tus síntomas para poder aplicar el tratamiento más adecuado.