El término queratosis actínica hace referencia a una serie de lesiones cutáneas a consecuencia del daño solar y que aparecen con mayor frecuencia, por tanto, en zonas de la piel habitualmente expuestas al sol. Dichas lesiones en la piel pueden manifestarse en forma de costra o escamas y suelen aparecer en áreas alopécicas del cuero cabelludo, cara, orejas, labios, dorso de las manos, antebrazos, hombros o cuello así como en otras partes del cuerpo expuestas a la radiación solar.
La queratosis actínica también se la conoce como precáncer porque puede ser el primer paso de un carcinoma de células escamosas y las lesiones que provoca suelen crecer de forma lenta y progresiva, lo cual hace que los síntomas se manifiesten habitualmente en personas de edad avanzada. Por ello, es fundamental protegerse de los efectos negativos de la exposición solar de cara a prevenir este tipo de lesiones y, por consiguiente, de cara a prevenir sus posibles complicaciones. Los perfiles más propensos a sufrirla suelen ser aquellos que pasan mucho tiempo al aire libre, o que tienen la piel clara, pero es una cuestión que nos debe preocupar a todos y debemos tomar medidas de prevención.
No obstante, además de usar un protector solar adecuado, también es importante incluir en nuestra rutina gestos muy sencillos que ayudarán a completar el cuidado de la piel, como evitar exponerse al sol en las horas centrales del día y usar gafas, sombreros y ropa adecuada que evite que los rayos solares incidan directamente sobre tu piel.