Existe una amplia variedad de razones por las cuales una cicatriz puede llegar a aparecer en nuestra piel. Sin embargo, independientemente de su razón, su composición o su aspecto final, las cicatrices han sido siempre protagonistas de numerosos mitos urbanos. A continuación, desmontaremos muchos de esos mitos y descubriremos verdades relacionadas con el tratamiento y la prevención de las mismas.
No todos cicatrizamos igual: VERDAD
En el proceso de cicatrización se producen una serie de reacciones bioquímicas impulsadas por nuestro cuerpo para regenerar el daño. Si bien es cierto que, para el estudio de dicho proceso, este puede ser dividido en distintas fases más o menos generales, en la cicatrización influyen numerosos factores que hacen que cada persona lo lleve a cabo de una forma diferente. La edad del paciente, el tipo de piel y la localización de la cicatriz en el cuerpo son tan solo algunos de los agentes que hacen que podamos afirmar que no todos cicatrizamos igual.
La herida debe dejarse al aire: MITO
Para que el proceso de cicatrización comience de manera adecuada, la herida debe mantenerse inmovilizada durante -al menos- dos o tres días, para lo que necesitará un vendaje adecuado que la cubra de forma correcta. Dicho vendaje, además, protegerá la herida de agresiones externas que pudiesen traducirse en infecciones o en dificultades de cara a la cicatrización.
Si sale costra, hay que dejar que se caiga sola: MITO
Una de las fases claves en el proceso de cicatrización es la prevención. Pese a que una costra pudiese parecer una forma de protección, su presencia puede retrasar el proceso de curación. Eliminarla, por tanto, favorece la renovación de las células de la piel y, por ende, la cicatrización en sí misma. La costra es sangre seca y, por ello, puede llegar a ser caldo de cultivo de posibles infecciones.
Los aceites y las cremas ayudan al proceso de cicatrización: VERDAD
En primer lugar, es importante desterrar de nuestras cabezas el mito de que existen remedios caseros “milagrosos” de cara al proceso de cicatrización. Utilizar, por ejemplo, jabón de sosa puede llegar a alterar el medio necesario para que dicho proceso pueda llevarse a cabo con normalidad. Sin embargo, sí que es recomendable utilizar cremas y aceites que incluyan cicatrizantes tales como la sangre de Drago, como es el caso de Exscar. Aplicadas con un masaje correcto, pueden convertirse en grandes aliadas en tu proceso de cicatrización.
Las cicatrices tardan menos en curar si las expones al sol: MITO
El sol no es buen aliado para la cicatrización. Una excesiva exposición puede ser la causa de hiperpigmentación de una cicatriz, que suele traducirse en la aparición de una mancha marrón de la misma. Si bien es cierto que dicha mancha puede terminar por aclararse con el tiempo, su aspecto antiestético durará mucho más tiempo.
Fumar hace que el proceso de cicatrización sea más lento: VERDAD
La relación entre el tabaquismo y las complicaciones en el proceso de cicatrización se han comprobado. El monóxido y el dióxido de carbono propio del tabaco produce lo que se conoce como vasoconstricción, es decir, un achicamiento de los vasos sanguíneos, lo cual implica que llegue menor cantidad de sangre a los tejidos, ralentizando el proceso de curación y cicatrización. Fumar, por tanto, debe evitarse en este proceso, especialmente en el caso de cicatrices más largas y en tejidos más frágiles.