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Los beneficios del Saw Palmetto (Serenoa Repens)

El Saw Palmetto es una planta medicinal perteneciente a la especie Serenoa Repens que crece en Norteamérica. Tiene múltiples propiedades beneficiosas para la salud, por lo que tradicionalmente se ha utilizado para infusiones, suplementos alimenticios y lociones. Sus principales usos en la actualidad son para tratar la caída del cabello en hombres y mujeres, los síntomas de próstata y las infecciones urinarias. Algunos de sus beneficios son: Combate la caída del cabello El Saw Palmetto ejerce un efecto antiandrógeno muy eficaz gracias a los fitoesteroles y los ácidos grasos, inhibiendo la acción de la enzima 5-alfa-reductasa de forma natural, responsable de la caída del cabello por alopecia androgenética. Esta enzima actúa sobre la testosterona transformándola en dihidrotestosterona, la cual atrofia el folículo piloso, provocando que el cabello se debilite y se caiga.  A pesar de que el Saw Palmetto se ha utilizado tradicionalmente como planta medicinal, su uso para el tratamiento de la caída del cabello es bastante reciente. Una de las principales ventajas del Saw Palmetto para el tratamiento de la alopecia es que es una alternativa que obtiene muy buenos resultados sin los efectos secundarios que tienen otros fármacos. Por todo ello, el Saw Palmetto es uno de los ingredientes principales de Hairgen Cápsulas, nuestro tratamiento para la alopecia. Combinado con la Biotina y la L-Cistina, combate la caída del cabello a la vez que mejora su calidad, lo fortalece y prolonga la fase de crecimiento.  Mejora la función sexual masculina Al regular la testosterona e inhibir el proceso que genera la dihidrotestosterona, el Saw Palmetto ayuda a combatir la impotencia y mejora la salud sexual en el hombre.  Favorece la diuresis Las propiedades diuréticas del Saw Palmetto facilita la eliminación de líquidos y toxinas por la orina, por lo que es un buen aliado en tratamientos de infecciones urinarias.   Alivia los síntomas de la hiperplasia benigna de próstata En la medicina tradicional, el Saw Palmetto se ha utilizado para disminuir los síntomas de la hiperplasia benigna de próstata o agrandamiento de la próstata, como la necesidad de orinar con frecuencia.    Ayuda a evitar la fatiga El Saw Palmetto se ha utilizado tradicionalmente para reducir la fatiga y la falta de energía, así como la debilidad general.    Ejerce un efecto antiinflamatorio El Saw Palmetto ayuda a reducir la inflamación y la irritación.    ¿Quieres saber más? ¡Lee nuestro estudio sobre la eficacia del Saw Palmetto (Serenoa Repens) en el tratamiento de la alopecia androgenética  aquí!

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¿Cuáles son las causas de caída del cabello más frecuentes?

Un día nos damos cuenta de que hay demasiados cabellos en la almohada, el cepillo o la ducha y, oh-oh, empieza a cundir el pánico. Habitualmente no hay que preocuparse, pues es completamente normal que en algunas épocas perdamos más pelo que en otras, pero si comenzamos a notar una importante pérdida de densidad y volumen, quizás sea el momento de consultar a un especialista que haga un diagnóstico adecuado y determine la causa del problema. Esto se debe a que hay un gran abanico de causas que provocan la caída del cabello, y conocer cuál es la que nos afecta en concreto es esencial para ponerle solución.  Dentro de los factores que provocan la pérdida de cabello, hay algunos que son temporales y otros permanentes. Unos aparecen de repente, y otros van apareciendo gradualmente, y pueden afectar sólo al cuero cabelludo o a todo el cuerpo. En definitiva, los síntomas que acompañen a la caída pueden ayudarnos a identificar la causa. A continuación te contamos algunos de los factores más comunes y cómo se manifiesta cada uno.  Predisposición genética La causa más frecuente de caída del cabello se debe a la herencia genética, y afecta especialmente a los hombres. Sin embargo, el hecho de que nuestros progenitores pierdan hayan perdido mucho pelo no quiere decir que a nosotros nos vaya a pasar igual, simplemente que hay más posibilidades. Este tipo de calvicie se caracteriza por aparecer gradualmente conforme se envejece, provocando el retroceso de la línea capilar y calvicie en la coronilla entre los hombres y una reducción de la densidad y volumen en mujeres. Cambios hormonales Los cambios hormonales que se producen en el parto, el embarazo, la menopausia, el ciclo menstrual o asociados al tiroides pueden provocar la pérdida temporal o permanente del pelo. Incluso más allá, las hormonas llamadas andrógenos provocan un tipo de alopecia llamada androgénica que acortan la fase de crecimiento del pelo, haciendo que se produzca una pérdida de densidad y adelgazamiento del grosor del pelo de forma progresiva. Ciertos medicamentos y tratamientos. Hay determinados medicamentos y tratamientos que habitualmente provocan pérdida del cabello, como los usados para tratar el cáncer, la depresión o la artritis, entre otros. Esta causa suele ser más fácil de identificar pues aparece más repentinamente y asociada al uso del medicamento, y puede ser temporal hasta que se deje de consumir dicha medicación, o puede provocar que luego el cabello no crezca igual que antes. También hay ciertas enfermedades que pueden producir la caída del cabello.  Efluvio telógeno Cuando de repente notamos que el cabello se cae en gruesos mechones al peinarnos o aplicarnos el champú, puede deberse a una alteración del ciclo de crecimiento del pelo llamada efluvio telógeno. Esta caída del cabello es muy llamativa y suele producirse durante un período de tiempo determinado y es reversible. Puede estar provocada por diversas causas, como estrés, infecciones, cirugías, déficit de vitaminas, etc. Tratando la causa concreta conseguiremos frenar la caída y recuperar la densidad del cabello en unos meses. Alopecia areata La alopecia areata es una forma de calvicie de origen autoinmune, es decir, que las defensas del propio organismo atacan la raíz del pelo, provocando que se inflame y el pelo se caiga y no vuelva a crecer hasta que la inflamación remita. Suele manifestarse en forma de áreas ovaladas sin pelo en el cuero cabelludo, aunque en los casos graves se puede perder todo el pelo y afectar a las cejas, las pestañas, la barba y el vello del cuerpo. Además, tiene una evolución impredecible, pues puede presentar episodios de mejoría o empeoramiento alternos. Alopecia cicatricial La alopecia cicatricial provoca una atrofia de los folículos pilosos, que son sustituidos por tejido cicatricial. Normalmente las cicatrices están bajo la piel y no son visibles, por lo que la pérdida del cabello puede ser gradual y pasar inadvertida. Sin embargo, hay algunas personas que sufren picores, ardor e incluso dolor, y pierden el pelo de forma rápida y progresiva. Las causas que producen la aparición de este tejido cicatricial son muy diversas: infecciones, enfermedades autoinmunes, traumatismos, lesiones u otros daños externos. Ciertos hábitos y tratamientos del cabello Los peinados tirantes como las colas de caballo o las trenzas muy tensas pueden provocar lo que se llama alopecia por tracción. El uso excesivo de planchas, secadores y otras fuentes de calor también puede debilitar el cabello y provocar su caída, o hábitos nerviosos como retorcerse el pelo o tirarse de él. En cualquier caso, si notamos una pérdida importante del cabello, lo mejor es consultar a un especialista que haga un diagnóstico y nos aconseje el tratamiento más adecuado. Para la alopecia androgénica, Hairgen Cápsulas es el aliado ideal gracias a su fórmula con una de las concentraciones más altas de Saw palmetto del mercado,  y se recomienda un tratamiento de una cápsula al día durante tres meses. 

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Alopecia androgénica: ¿por qué se me cae el pelo?

Con la llegada del otoño son habituales las consultas sobre la caída del cabello. A pesar de que se trata de un proceso normal de renovación del pelo, muchas veces nos agobiamos pensando con la posibilidad de quedarnos calvos o de que nuestra melena no vuelva a ser lo que era… La alopecia androgénica o calvicie común es el tipo de alopecia más habitual en la sociedad actual, sobre todo entre la población masculina, aunque también afecta a mujeres. Suele empezar a apreciarse en las entradas del cabello y la coronilla, y provoca una disminución tanto en la cantidad como en la calidad del pelo. Aunque puede comenzar en cualquier momento después de la pubertad,  normalmente empieza al principio de la vida adulta y se hace evidente al llegar a los 30 o 40 años. A pesar de tener un origen genético, que en nuestra familia haya antecedentes de calvicie no implica necesariamente que vayamos a sufrirla, pues hay una gran cantidad de genes implicados en la herencia de la alopecia. Por lo tanto, aunque la alopecia en nuestra familia puede ser un dato indicativo para conocer nuestra predisposición a sufrirla y ayudarnos a detectarla prontamente, no es un dato concluyente. Además hay que tener en cuenta que existen una gran variedad de factores externos que influyen a la hora de desarrollar alopecia androgénica: el estrés, los cambios hormonales, la vida sedentaria, los malos hábitos alimenticios y algunas enfermedades, entre otros. ¿Cómo se origina entonces la alopecia androgénica? Este tipo de alopecia aparece debido a la acción de enzima 5-alfa-reductasa sobre la testosterona, una hormona presente en hombres, en mayor proporción, y en mujeres. La enzima actúa sobre la testosterona y la transforma en dihidrotestosterona, que se adhiere al receptor y atrofia el folículo piloso, produciendo la debilitación y posterior caída del cabello. Así, notaremos cómo vamos perdiendo progresivamente volumen  capilar y  el pelo es cada vez más fino debido a la minimización de los folículos. La alopecia androgénica es un tipo crónico de caída del cabello, pero sí que se pueden tomar medidas para frenar su avance y alargar el ciclo de vida del pelo. Por eso, es importante identificarla tempranamente y comenzar el tratamiento lo antes posible. Si bien no es posible recuperar los folículos que han dejado de funcionar, sí que podemos actuar sobre los folículos pilosos aún activos y revertir el proceso, favoreciendo el crecimiento y fortalecimiento del cabello. Para ello, es esencial ser constante y mantener un tratamiento continuado en el tiempo.  Hairgen Champú: Su novedosa fórmula combate la caída del cabello, dejando el cabello sedoso y protegido gracias al colágeno marino. Se recomienda su uso frecuente. Hairgen Spray: Fortalece la raíz del cabello, aportando melatonina para estimular la fase anágena o de crecimiento del cabello. Se puede dosificar directamente en la zona deseada y es de fácil aplicación, pues no necesita aclarado ni deja residuos grasos. Se recomienda usar diariamente durante tres meses. Hairgen Espuma: Especialmente diseñada para tratar la alopecia androgénica, es la única espuma anticaída del mercado. Se recomienda su uso tres o cuatro veces por semana durante periodos de tres meses. Hairgen Cápsulas: Es un complemento nutricional con la concentración más alta de Saw Palmetto en el mercado. El Saw Palmetto actúa bloqueando la 5-alfa-reductasa y el receptor, así no se forma dihidrotestosterona y el bulbo no se atrofia, consiguiendo que el cabello crezca fuerte y sano. Está disponible tanto en formato de 30 como de 90 cápsulas, y se recomienda una cápsula al día durante tres meses. Combinando estos productos de probada eficacia, los resultados son visibles en pocas semanas. En cualquier caso, hay que tener en cuenta que algunos factores como el estrés, los hábitos alimenticios, la vida sedentaria, el uso de secadores y planchas, algunas infecciones, etc., también pueden influir en la pérdida del pelo. Aunque si te preocupa que se te esté cayendo más el pelo o has notado algún cambio sospechoso en la calidad o cantidad del cabello, ante la duda lo mejor es consultar a un especialista que elabore un diagnóstico y nos recomiende el tratamiento más adecuado.

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7 consejos para cuidar tu cabello en otoño

Después del verano, el sol, la sal del mar y el cloro de las piscinas, llega el otoño acompañado del frío y el cambio de estación. Estos factores favorecen que el cabello se debilite y se caiga más, pues el uso del secador sumado a la alteración en la producción de hormonas por el descenso de horas de luz natural afectan al ciclo de crecimiento del pelo. Además, el viento y la humedad encrespan y secan el cuero cabelludo, lo que suele derivar en un cabello más apagado y con menos brillo. Todo esto hace que sea aconsejable poner en prácticas algunas medidas y tratamientos que combatan la caída y debilitamiento del cabello. 1. ¡Corta por lo sano! Durante la época estival, el pelo suele estropearse bastante, por lo que es aconsejable acudir a la peluquería para, al menos, eliminar las puntas abiertas y las zonas más secas. Incluso podemos aprovechar la visita para hacernos un tratamiento hidratante y reparador. Además, afrontar la temporada con una melena saneada nos ayudará a reducir la caída del cabello. ¡Es el momento perfecto para un cambio de look! 2. Masajéate el cuero cabelludo. Activar la circulación es una de las claves para mantener el cabello nutrido, pues al dilatar los capilares favorecemos un adecuado riego sanguíneo y, por tanto, que los nutrientes lleguen hasta la raíz del cabello. Así, masajear el cuero cabelludo suavemente con las yemas de los dedos cuando nos lavamos la cabeza favorece la actividad metabólica y crecimiento del pelo. 3. Usa cepillos de cerdas naturales. Cepillar el cabello concienzudamente también nos ayuda a activar la circulación. Los cepillos de cerdas naturales son ideales para esta tarea porque respetan más el cabello y evitan su rotura. También es importante evitar peinados muy tirantes como trenzas, coletas o recogidos muy apretados, ya que debilitan el pelo. 4. Cuida la alimentación. Aunque pueda parecer un aspecto secundario, los hábitos alimenticios influyen en gran medida en la apariencia y fortaleza del cabello. Una alimentación rica en vitamina B fortalece el pelo, mientras que los minerales como el hierro o el magnesio y  consumir las proteínas adecuadas favorece que nuestra melena luzca sana y brillante. Incluso hay alimentos específicos como la levadura de cerveza que nos ayudan a recuperar la salud del pelo. Por otro lado, es esencial mantener nuestro cuerpo hidratado consumiendo diariamente la cantidad adecuada de agua (tanto bebiendo como consumiendo alimentos que la contienen) para evitar que el cabello se vuelva seco y quebradizo. También podemos añadir algún complemento nutritivo para evitar la caída del cabello en esta época como Hairgen Cápsulas, que gracias a su innovadora fórmula con Saw Palmetto y extracto de té verde como principales activos, presenta resultados visibles muy rápidamente con sólo una cápsula al día durante tres meses. Además, ahora su nuevo formato de 90 cápsulas permite completar el tratamiento con una sola caja. 5. No abuses del calor. Cuando llega el frío es habitual recurrir al secador, la plancha u otros aparatos de calor para contrarrestar el frío y el encrespamiento. Y realmente salir de la ducha y quedarse un ratito con el secador a toda potencia es uno de los pequeños placeres de la vida.  Sin embargo, este tipo de aparatos dañan la estructura capilar, por eso lo mejor es reducir su uso al mínimo y, cuando los usemos, hacerlo con la menor temperatura y tiempo de exposición posible. Antes de utilizar el secador, procura usar una toalla para absorber toda la humedad posible y que el contraste del calor con el pelo mojado no sea tan drástico. Es recomendable proteger el cabello con un protector del calor antes de usar cualquier tipo de fuente de calor.  También es aconsejable evitar los cambios bruscos de temperatura, pues el contraste entre los interiores calefactados y el frío exterior favorece que el cabello se vuelva más frágil y quebradizo. 6. Relájate y despeja tu mente. El estrés es uno de los factores principales que favorecen la caída del cabello. Además de afectar a la circulación del cuero cabelludo, empeora la apariencia del pelo y provoca alteraciones en el ciclo capilar. Por eso, intenta despejar tu mente de preocupaciones y agobios y mantén el estrés a raya. 7. La hidratación es la clave. Para evitar que en otoño el pelo se vuelva seco y apagado es fundamental hidratarlo en profundidad. Es importante elegir los productos capilares adecuados para cada tipo de cabello, así como aplicar un acondicionador que refuerce el pelo y facilite el peinado. Por ejemplo, Hairgen Champú es un champú enriquecido con colágeno marino diseñado para frenar la caída y reparar cabellos dañados gracias a una composición que actúa en todas las etapas implicadas en la caída del pelo. ¡Este otoño presume de melena!  

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¿Conoces el ciclo de crecimiento de tu cabello?

¿Sabías que tu cabello tiene varias etapas de crecimiento? Las fases del ciclo capilar vienen determinadas por varios factores como la genética o los hábitos alimenticios, y pueden verse modificadas por cambios en el organismo causados, por ejemplo, por el estrés o el embarazo. Es un proceso cíclico y asincrónico, es decir, cada pelo evoluciona independientemente del proceso capilar de los que le rodean. Además, es un proceso que afecta por igual a todas las personas y a cualquier pelo de nuestro cuerpo. Lo que realmente varía es, pues, el ritmo de crecimiento y la duración del desarrollo, tanto de una persona a otra como entre las diferentes partes del cuerpo. Cada persona suele tener entre 130.000 y 150.000 folículos en la cabeza y los pelos suelen crecer a un ritmo de 1 centímetro por mes, aunque estos números va disminuyendo conforme pasan los años. Asimismo, es normal que se caigan entre 50 y 100 cabellos al día, pues se debe al funcionamiento del ciclo capilar. Durante este ciclo, cada pelo sano pasa por tres fases sucesivas: la fase de crecimiento, la fase de transición y la fase de reposo.   Fase de crecimiento o anágena. Esta fase dura entre dos y siete años aproximadamente, es la fase en la que el pelo nace y crece pegado a la papila, por lo que es clave para la formación y crecimiento del cabello sano. El folículo está sano y su metabolismo está en actividad permanente, asegurando una división de las células capilares muy rápida. La duración de esta fase determina también la longitud del pelo, que será más largo cuanto más dure esta etapa. El cabello es especialmente sensible en esta fase, por lo que se ve afectado por el estrés, enfermedades, embarazo o carencias alimenticias, que provocan una reducción de la duración de crecimiento. Fase de transición o catágena. Tras la fase de crecimiento, comienza la etapa catágena, que dura aproximadamente unas tres semanas. La actividad celular se detiene y el folículo cambia de forma, haciéndose más pequeño. El pelo deja de crecer y se desprende de la raíz, desplazándose por el cuero cabelludo. Fase de reposo o telógena. Es la etapa en la que el folículo descansa y el cabello comienza a caerse. Tiene una duración de entre 3 y 4 meses, y el pelo empieza a desprenderse tanto por sí sólo como a causa del empuje del nuevo cabello que está empezando a crecer, pues cuando termina esta etapa el ciclo capilar comienza de nuevo con la fase anágena.   Lo habitual es que el 85% de nuestro cabello se encuentre en fase de crecimiento y sólo el 14% en la de reposo. Cuando hay un problema de caída del cabello, suele deberse al desequilibrio de esta proporción. El estrés, los cambios hormonales y climáticos también puede provocar la finalización del ciclo capilar, que se produce cuando el pelo deja de crecer en el folículo. En estos casos, poner medios para restaurar el equilibrio del ciclo capilar y lograr que el folículo en fase telógena vuelva a la fase de crecimiento. Por ejemplo, la gama de productos Hairgen previene la caída y repara el cabello dañado, dejándolo suave y protegido de los agentes externos. Para ello, combina Hairgen Champú, un champú diseñado para fomentar el crecimiento del pelo que repara el cabello dañado en todas las fases del ciclo capilar, con Hairgen Spray, que fortalece la raíz del cabello, y Hairgen Espuma, que contiene acondicionador y es de fácil aplicación. Para mayor eficacia, lo ideal es sumar al tratamiento Hairgen Cápsulas, uno de los productos más innovadores del mercado para la caída del cabello. Su composición tiene la mejor combinación de activos clínicamente probados para el tratamiento de la alopecia androgénica, y los estudios clínicos han demostrado que son las más eficaces. Después de las vacaciones, ¡luce una melena sedosa y abundante!    

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¿Cómo afecta el estrés a la caída del cabello?

La caída del cabello es un proceso gradual que puede darse con mayor o menor intensidad, dependiendo de cada caso. Si bien es cierto que las causas de dicho proceso pueden ser de naturaleza muy dispar, unos malos hábitos nutricionales y una exposición constante a situaciones que generen estrés e inestabilidad influyen negativamente en su caída. Uno de los primeros síntomas dicha inestabilidad que se deja ver en nuestro cabello es la pérdida de vitalidad del mismo. Ante un periodo continuado de estrés, se genera una mayor cantidad de hormona cortisol, que también es capturada por el pelo, el cual se verá más seco, con menos brillo y más quebradizo. Si este estrés se dilata en el tiempo, es probable que pueda terminar influyendo en el proceso de caída del cabello. Esta suele afectar más en forma de “picos”, aunque puede llegar a alargarse si se mantiene la situación que desencadena la inestabilidad. Además, es importante tener en cuenta que la caída del cabello afecta del mismo modo a hombres y a mujeres. Es muy raro, sin embargo, que se dé en niños, y los pocos casos conocidos aparecen relacionados con otras patologías. Para este tipo de situaciones, hacer uso de un tratamiento para la caída del cabello es una opción idónea. Nuestra gama de productos Hairgen se convertirán en tu aliado perfecto. Acompáñala de una alimentación adecuada y unos hábitos de vida saludables, y notarás los resultados.

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