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Psoriasis y estrés: ¿cómo gestionar el estrés?

La psoriasis es una enfermedad inflamatoria crónica que provoca la aparición de placas enrojecidas, irritadas y con escamas en la piel. No es una patología contagiosa, pero la visibilidad de las lesiones cutáneas puede causar rechazo social, a pesar de que cada vez hay más visibilidad y aceptación en la sociedad. Aunque el síntoma más evidente son las placas en la piel, la psoriasis es una afección sistémica, es decir, que puede afectar a cualquier órgano o sistema del organismo, provocando otros problemas como artritis psoriásica, afectación hepática, renal o depresión, entre otros. A esto hay que sumarle que factores como los cambios hormonales o el estrés tienen una gran influencia en la aparición de brotes de psoriasis. Así, la evolución favorable de los tratamientos para la psoriasis también dependen de que el paciente se encuentre estable.  El estrés no puede provocar psoriasis por sí solo, sino que juega un papel clave en el desarrollo de una fase de brote. Además, la propia enfermedad puede ser una causa de estrés, pues las lesiones en la piel, especialmente en zonas visibles como las manos o la cara, pueden dañar seriamente la autoestima del paciente y provocarle ansiedad, llegando incluso a afectar a sus relaciones personales y laborales. El estrés es una afección común en la sociedad actual, sin embargo a las personas con ciertas patologías les puede perjudicar incluso más. Por eso, es importante intentar encontrar el foco que lo produce y poner medidas para minimizarlo en la medida de lo posible.  PRINCIPALES CAUSAS DEL ESTRÉS: Hay diversos motivos que pueden provocar la aparición del estrés, por eso es identificar cuál o cuáles son los que nos están afectando e intentar solucionar el problema de raíz si es posible: Exceso de trabajo: Los picos de trabajo y la sobrecarga de tareas puede derivar en un estrés constante que acaba afectando tanto a la vida laboral como personal. Ante esta situación, lo mejor es ser conscientes, aceptar que no podemos con todo (y no pasa nada por ello) y hablar honestamente con nuestro superior para ver cómo solucionarlo, o si eres jefe, aprender a delegar.  Atender a la familia: Es normal intentar satisfacer todas las necesidades de nuestra familia, sin embargo cuando se trata de niños pequeños o de personas mayores, es una tarea que puede requerir mucho tiempo y esfuerzo, y no siempre es posible abarcar todo lo que nos gustaría. Buscar soluciones alternativas o pedir ayuda a otros miembros de la familia son opciones que podemos barajar en este caso para que la situación no nos sobrepase.  La presión de las vacaciones: A pesar de que el período vacacional es para descansar, muchas veces nos encontramos con que salir de nuestra zona de confort o  el hecho de no estar trabajando nos hace sentir ansiosos. Incluso el intentar buscar las vacaciones perfectas con nuestra pareja o familia puede ser causa de nerviosismo.  No saber decir “no”: Muchas personas se sienten violentas a decir “no” y poner límites, ya sea por culpabilidad, querer hacernos responsables de todo, evitar la confrontación o el miedo al qué dirán. Es importante aprender a decir “no” de forma asertiva y establecer ciertos límites, incluso si se trata de familia o amigos. Así evitaremos el estrés de tener demasiados compromisos y encontraremos el equilibrio entre ser generosos con los demás y disfrutar de nuestro propio tiempo.  No tener tiempo libre: Es esencial desconectar del trabajo o las situaciones que nos causan más estrés y buscar tiempo de ocio para disfrutarlo como nos apetezca. Si te cuesta encontrar tiempo libre, es importante que lo calendarices en tu agenda como una tarea más, “obligándote” así a cumplir con el horario previsto y descansar en los espacios destinados para ello.  Obsesionarse con la perfección o lo previsto: Hay que poner mimo y esfuerzo en todo lo que hacemos, pero no debemos presionarnos con que todo tiene que salir perfecto o tal cual lo hemos planeado, pues lo habitual es que surjan imprevistos y no todo vaya perfecto. Es más, la perfección absoluta no existe, así que lo mejor es no obsesionarnos con ella.  Sentirnos confusos y perdidos: No encontrar algo que nos motive, no tener clara nuestra dirección o lugar en la vida o sentir que tenemos la cabeza “desordenada”, es bastante más común de lo que creemos. Casi todas las personas sufren una época de “crisis existencial” donde no tienen claro su futuro laboral o personal y se sienten perdidas, lo cual suele conllevar una importante ansiedad. Lo mejor es no agobiarnos ni presionarnos, hablar del tema con personas cercanas e incluso un profesional, y seguir buscando una fuente de motivación  e inspiración, que antes o después llegará.  CÓMO CONTROLAR EL ESTRÉS Para controlar el estrés es esencial ponerle solución al problema que lo causa, pero cuando esto no es posible, hay ciertas actividades y técnicas que nos pueden ayudar a gestionar la ansiedad y tranquilizarnos. Practica deporte: La actividad física ayuda a aliviar la tensión y fomenta la liberación de endorfinas y serotonina, sustancias que influyen positivamente en el estado de ánimo y proporcionan una sensación de calma y bienestar. Sobre todo, es recomendable practicar deporte en equipo o grupo para animarnos mutuamente a no dejar la actividad y que se convierta también en un espacio de ocio. Establece prioridades: Identifica las situaciones que te causan estrés y procura evitarlas, dándole prioridad a las cosas que te hacen sentir bien. Cuida la alimentación: Una dieta saludable que nos aporte los nutrientes adecuados mejora la autoestima, hace que nos sintamos mejor y disminuye el estrés. Evita las sustancias excitantes: Procura disminuir el consumo de cafeína, teína u otras sustancias excitantes, pues aumentan el nivel de nerviosismo. Puedes sustituir el café o el té por infusiones sin teína como el rooibos o menta poleo. Disfruta de un baño calentito: La ducha o el baño es el momento perfecto del día a día para relajarnos y desconectar. Crea una atmósfera tranquila, puedes poner música relajante o encender alguna vela, y tómate todo el proceso con tranquilidad, sin prisa. Además, si sufres psoriasis puedes aprovechar para tratar las

Cuida tu cabello y tu piel con el nuevo Hairgen Solución Oral

En esta época de frio y humedad la piel y el cabello pueden debilitarse, causando molestias como piel tirante, por acción de la deshidratación y desnutrición, y cabello más seco, quebradizo y sin brillo. Por eso, en Olyan Farma presentamos un nuevo producto de la línea Hairgen para ayudarte a mantenerlos bonitos y saludables: Hairgen Solución Oral.  Hairgen Solución Oral es un complemento alimenticio con una innovadora fórmula que combina Oligoelementos, Vitaminas Esenciales y Extracto de Granada para nutrir el pelo y la piel manteniéndolos fuertes y saludables contra las inclemencias estacionales. Y es que su composición ha sido minuciosamente elegida para que sea realmente efectiva hasta conseguir una fórmula que nos aporta una gran cantidad de beneficios: Fortalece el cabello.   Mejora la producción de queratina, ayudando a mantener el pelo hidratado, sano y sin encrespamiento, proporcionándole brillo y suavidad. Revitaliza la piel. Ejerce una potente acción antioxidante, que ayuda a retrasar el envejecimiento de la piel. Controla la formación de sebo, lo cual ayuda a regular las pieles acneicas y con tendencia grasa. Mejora la síntesis de colágeno, dándole más firmeza y elasticidad a la piel y fortaleciendo el pelo. Mejora la renovación de tejidos.  Aporta protección natural a la piel frente al daño de los rayos UV. Sin embargo, estos beneficios no son la única ventaja de Hairgen Solución Oral: además es un complemento alimenticio apto para diabéticos y sin gluten ni lactosa, y tampoco tiene efectos secundarios, lo que garantiza una tolerancia excelente. Y su sabor es suave y agradable, para facilitar la máxima adhesión al tratamiento. ¿Todavía tienes dudas? ¡Pregúntanos!

¿Qué es la dermatitis seborreica en adultos?

La dermatitis seborreica es un trastorno frecuente de la piel que principalmente afecta a la cara y al cuero cabelludo. Se produce cuando el proceso de renovación celular se acorta, dando lugar a un rápido desprendimiento de las células que se adhieren entre sí hasta formar escamas visibles. Además de las escamas de color blanco o amarillento, provoca que se formen áreas grasosas, irritaciones o lesiones cutáneas. También puede aparecer en zonas oleosas del cuerpo, los lados de la nariz, las cejas, las orejas y los párpados, y su aspecto visible puede afectar psicológicamente a los pacientes, a pesar de que no es contagiosa. Esta afección cutánea afecta hasta 5% de la población y normalmente es mas frecuente en hombres que en mujeres. Puede aparecer tanto en los primeros meses de vida como entre la cuarta y la séptima década de vida, aunque cuando se produce en bebés se conoce comúnmente como costra láctea y suele desaparecer en unos meses o en pocos años. En adolescentes y adultos se puede confundir con la caspa aunque a diferencia de esta es una patología crónica, y suele presentar etapas de mejoría y empeoramientos provocados por diferentes factores, como por ejemplo, el estrés. La causa de este trastorno es desconocida, aunque sí que se asocia a ciertos factores como a las diversas especies de levaduras del género Malassezia  que se encuentra en la secreción sebácea en la piel o a una respuesta irregular del sistema inmunitario. Sus principales síntomas suelen ser un intenso picor del cuero cabelludo, irritación, erupciones, hipersecreción sebácea, costras y descamación. A pesar de que es una enfermedad que reaparece en brotes, se puede prevenir o controlar evitando los factores desencadenantes y prestando una atención especial al cuidado del cuero cabelludo y la piel. Ya sabemos qué es la dermatitis seborreica, pero… ¿Cuáles son los factores desencadenantes de la dermatitis seborreica? Ciertos trastornos neurológicos o psiquiátricos, como la enfermedad de Parkinson o la depresión, hace aumentar las causas de desarrollar dermatitis seborreica. Asimismo, los sujetos con un sistema inmunitario debilitado, como el de personas con VIH, los receptores de un trasplante de órganos. personas pancreáticos alcohólica y algunos tipos de cáncer también favorece la aparición de la dermatitis seborreica. Un aumento de actividad de las glándulas sebáceas puede provocar una mayor acumulación de grasa en la piel. Las funciones de estas glándulas protegen nuestra piel y se encargan de la lubricación natural del pelo, para favorecer a que su crecimiento sea mas natural y cómodo, pero un exceso de actividad puede desembocar en un brote de dermatitis seborreica. Por eso, las personas con la piel grasa o con acné tienen más tendencia a desarrollarla. Los cambios hormonales son otra de las causas, pues estos cambios suelen conllevar un aumento de la producción de grasa de la piel y alterar la barrera cutánea. La obesidad altera la barrera epidérmica de la piel, haciendo que aumente la pérdida de agua y la sequedad. Por eso, las personas obesas son más propensas a sufrir ciertas enfermedades cutáneas, entre ellas la dermatitis seborreica. Los climas extremos o los cambios bruscos de temperatura también suelen provocar alteraciones en la barrera cutánea, que pueden desembocar en un brote de dermatitis seborreica. ¿Cuál es el tratamiento más efectivo para reducir la dermatitis seborreica? Ya que la piel de los pacientes de dermatitis seborreica es muy delicada y se irrita con facilidad, por lo que se recomienda el uso de cremas, champús y geles específicos con efecto antifúngico. Oliprox es una gama de productos especialmente indicada para el tratamiento de la dermatitis seborreica a base de climbazol y piroctona olamina, antifúngicos y antibacteriano de amplio espectro que aporta a la piel toda la protección que necesita. Oliprox Champú es un champú con acondicionador que exfolia el cabello aportando una acción antimicótica combinada. Oliprox Crema, por otro lado, es perfecto para hidratar la piel ejerciendo un efecto antiinflamatorio, y gracias a su novedosa tecnología con Cristales Líquidos facilita la penetración de activos. Además, es importante tomar una serie de medidas generales higiénicas, evitar las duchas con agua muy caliente, los ambientes con calefacciones centrales o aire acondicionado o las situaciones de mayor estrés emocional o fatiga. Los hábitos de vida saludables, llevar una dieta equilibrada y mantener la piel hidratada también facilitará que nuestra piel mejore. En cualquier caso, siempre lo aconsejable es consultar a nuestro dermatólogo para que establezca un diagnóstico y pueda recomendarnos el tratamiento más adecuado.

Prepara tu piel para el frío: El manual básico.

Por un momento parecía que no iba a llegar, pero poco a poco el otoño se va adueñando del clima y los días se vuelven más húmedos y fríos. Este cambio climatológico afecta a nuestro organismo de muchas formas diferentes, pero tiene un especial impacto en el órgano que envuelve y protege todo nuestro cuerpo: la piel. Irritaciones, rojeces, sequedad y descamación son algunos de los síntomas propios de esta época, pues el frío altera la película hidrolipídica de nuestra piel, haciendo que la actividad de las glándulas sebáceas sea menor, y tiene un efecto vasoconstrictor, disminuyendo la cantidad de oxígeno y nutrientes que reciben las células cutáneas. Para minimizar el efecto negativo de estos meses del año, hemos elaborado un pequeño manual para que prepares adecuadamente tu piel para el frío. 1. Agua y más agua. Hidratar la piel es uno de los puntos más importantes para evitar la sequedad y descamación. En los meses de otoño e invierno la calefacción seca mucho el ambiente, lo que hace que sea vital hidratarse correctamente a todos los niveles. Y cuando hablamos de hidratación, no sólo nos referimos a beber agua (que también), sino a comer agua. Los alimentos ricos en ella como frutas y verduras te ayudarán a mantener la hidratación y te aportarán nutrientes esenciales para tu piel. Además de la hidratación interna, también es importante hidratarnos aplicando una crema adecuada para nuestro tipo de piel por todo el cuerpo. Por ejemplo, Policalm crema es ideal para esta época porque hidrata la piel en profundidad y alivia los síntomas de la sequedad como el picor o la irritación, eliminando las células muertas que se suelen acumular en la piel en otoño. ¡Úsala las veces que necesites! 2. ¡Abrígate bien! El aire frío y el viento son algunos de los factores ambientales que debilitan la barrera cutánea de la piel. Cuando salgas a la calle, asegúrate de abrigarte bien, especialmente las zonas sensibles como las manos o la cara. Lo ideal es usar varias capas de ropa, pues así nos garantizamos poder adaptarnos  a las distintas temperaturas. Añade a tu look los gorros y bufandas que, además de protegerte del frío, son los complementos perfectos para esta temporada. 3. No descuides tu rutina de limpieza. En los meses de otoño e invierno es habitual que se acumulen más células muertas en la piel debido a los cambios bruscos de temperatura. Por eso, es imprescindible tener una buena rutina de limpieza diaria, para que la piel respire y eliminar las células muertas, restos de polución y otras sustancias que se depositan en ella a lo largo del día. Esta rutina debe incluir limpieza, exfoliación una vez a la semana e hidratación. 4. ¡Muévete! Hacer ejercicio estimula la circulación, lo que hace que lleguen más oxígeno y nutrientes a las células. También nos ayuda a eliminar toxinas y a mantener un cuerpo más firme, lo que favorece que la piel se mantenga en forma. 5. Protégete del sol. No nos cansamos de repetir que el sol otoñal, a pesar de ser más suave o de que el día esté nublado, sigue emitiendo radiaciones perjudiciales para la piel. Por eso es importantísimo proteger las zonas expuestas al sol como la cara o las manos con un buen protector solar como  Prototype 50+ durante todo el año. 6. Cuida tus labios. Las zonas más sensibles de la piel son las que se ven más afectadas cuando llega el frío, especialmente los labios. Debemos prestar especial atención a estas zonas para que no sufran, se sequen y se agrieten durante el otoño. Para ello, podemos exfoliar los labios y aplicar continuamente bálsamos labiales – nunca está de más llevar uno siempre encima – que los hidraten y protejan. 7. Evita el exceso de calor y los cambios bruscos de temperatura. La calefacción al máximo, ducharse con agua casi hirviendo o ponerse delante de la estufa son algunos de los placeres del otoño y el invierno, sobre todo si eres una persona friolera. Sin embargo, por muy placentero que nos pueda parecer, estos hábitos provocan sequedad e irritación en la piel, por lo que es mejor ducharse con agua tibia y abrigarse un poco más antes de subir la calefacción. Además, es aconsejable evitar los cambios drásticos de temperatura, pues aumenta la aparición de vasos dilatados y rojeces. ¡Así de fácil es disfrutar del otoño con una piel radiante!

Psoriasis: resolviendo dudas

Psoriasis es una palabra que probablemente hemos escuchado más de una vez, pues es una afección cutánea bastante común y que sufre un 2,3% de la población española. Sin embargo, en muchos casos no tenemos claro qué es y qué implica esta enfermedad. ¿Es contagiosa? ¿Se cura? ¿Cómo se manifiesta? En este artículo respondemos a las principales dudas y cuestiones que pueden surgir acerca de esta patología. ¿Qué es la psoriasis? Cuando hablamos de psoriasis nos referimos a una enfermedad frecuente de la piel que se caracteriza por la aparición de lesiones escamosas engrosadas e inflamadas que tienen su origen en un trastorno autoinmune. Este trastorno del sistema inmunológico provoca que las células de la última capa de la piel tengan un nivel de crecimiento mucho más rápido de lo normal, dando lugar a esas escamas blanquecinas que denominamos placas psoriásicas. No se conoce su causa con seguridad, aunque existen factores genéticos que favorecen el desarrollo de la enfermedad. ¿Cuáles son sus síntomas? Las placas psoriásicas se presentan en forma de zonas enrojecidas e inflamadas cubiertas por escamas blanquecinas, que suelen ir acompañadas de picor, ardor e incluso dolor. Pueden localizarse en cualquier parte del cuerpo, aunque suelen aparecer con mayor frecuencia en codos, rodillas, cuero cabelludo, abdomen, espalda y uñas. ¿Es contagiosa? La psoriasis no es una enfermedad contagiosa, aunque la visibilidad de las lesiones suele tener un impacto importante sobre la calidad de vida de los pacientes. ¿Se trata de una patología crónica? Actualmente, no existe cura para la psoriasis, aunque la mayoría de los tipos de psoriasis tienen ciclos, con brotes que duran semanas o meses y que luego disminuyen e incluso llegan a remitir totalmente. A pesar de ser una patología crónica, hay tratamientos muy efectivos que permiten mantener la enfermedad bajo control y eliminar o disminuir los síntomas durante periodos más o menos prolongados. Por ejemplo, Bionatar crema es un producto sanitario no invasivo diseñado para controlar las irritaciones e inflamaciones de la piel causadas por la psoriasis. Su fórmula única rica en ictiol, extracto de sauce blanco, ácido salicílico y provitamina D3 ayuda a eliminar y suavizar las escamas, disminuyendo la sensación de picor y el enrojecimiento. Adoptar medidas en nuestro estilo de vida que eviten los factores desencadenantes de los brotes de psoriasis como el tabaco, el alcohol o el estrés, también nos facilitará controlar los síntomas de la enfermedad.

¡Que este verano no te piquen los mosquitos!

Con la llegada de la estación estival, es habitual la proliferación de insectos e incluso sufrir sus picaduras, especialmente en zonas de costa o montaña. Esto se debe principalmente a que en esta época los insectos son más activos porque es cuando se reproducen. Los protagonistas suelen ser los mosquitos, también abundan las avispas, abejas y arañas, entre otros. Aunque las picaduras normalmente no tienen mayor complicación que una ligera molestia, lo mejor es evitarlas, especialmente en personas alérgicas y niños. Evita las áreas donde los insectos tienen sus nidos. Los insectos normalmente hacen sus nidos o suelen acudir más a cubos de basura, balsas con agua, comida sin tapar y jardines en flor, sobre todo en zonas con rincones, grietas, aleros y huecos. Por eso, es importante tener un mayor cuidado en estos sitios, evitar hacer movimientos bruscos que los alerten y procurar no molestarlos para que no nos ataquen. Es aconsejable evitar estas zonas especialmente entre el anochecer y el amanecer, pues es el momento del día favorito de los mosquitos para picarnos. No uses colonias ni jabones perfumados. Las colonias, jabones con perfumes, aerosoles para el pelo y otros productos cosméticos del estilo atraen a los insectos, especialmente si tienen un aroma dulce. Por eso, lo mejor es evitar utilizar estos productos de perfumería con olor fuerte y utilizar sólo cremas y jabones neutros. Usa ropa que cubra la piel y sacúdela antes de ponértela. Manga larga, pantalones largos y calcetines es el outfit perfecto para cubrir la piel y evitar picaduras indeseadas. Es aconsejable también no llevar colores llamativos y brillantes,  estampados florales o joyas que reluzcan, pues atraen la atención de los insectos. El uso de zapatos también es interesante, pues al andar descalzos podemos pisar una avispa o abeja y sufrir la picadura. Además, se debe sacudir la ropa antes de usarla, especialmente si ha estado tendida en el exterior. Apaga las luces cuando tengas las ventanas abiertas y pon mosquiteras. Los insectos suelen sentirse atraídos por la luz, por eso es importante apagar las luces por la noche, sobre todo si dejamos la ventana abierta. El uso de mosquiteras para la cama o en las ventanas constituye una barrera física altamente eficaz contra los insectos nocturnos, incluso pueden impregnarse con repelente para mejorar su efectividad. Utiliza los repelentes de insectos adecuadamente y siguiendo las recomendaciones sobre el modo de aplicación. Al utilizar los repelentes de insectos es muy importante seguir estrictamente las recomendaciones sobre el modo de aplicación y la frecuencia de empleo. El repelente considerado más eficaz por la Organización Mundial de la Salud (OMS) es dietiltoluamida (DEET), por lo que debe elegirse un producto que cuente con este componente entre sus principios activos. También hay hierbas naturales como la citronella y el limoncillo que ahuyentan a los insectos, por lo que podemos poner una maceta en la ventana o plantar ambas en el jardín para espantar a los mosquitos. Los aceites esenciales como la lavanda, el árbol del té o el eucalipto son otros repelentes  naturales y eficaces. Basta con colocar algunas gotas en las esquinas de las puertas y las ventanas, aromatizar la casa o usarlos junto con la crema corporal. Aparte de proteger, te dejarán un aroma muy agradable en la vivienda. En cualquier caso, podemos consultar a nuestro farmacéutico para saber el tratamiento más adecuado para cada persona, especialmente si vamos a viajar a un país en vías de desarrollo o tropical, o para paliar los síntomas en el caso de que ya nos haya picado un insecto. Hidratar la zona con una crema específica con propiedades calmantes y paliativas del picor como Policalm crema, por ejemplo, produce un alivio inmediato en las zonas irritadas de la piel gracias a su fórmula rica en caléndula, aceite de coco y Aloe vera, dejándonos una agradable sensación de confort. Y si quieres un plus de frescor, ¡sólo tienes que meterla en la nevera!

¿Cuáles son las causas principales que provocan brotes de psoriasis?

La psoriasis es, a día de hoy, una de las enfermedades más estudiadas a nivel mundial. No obstante, la causa de la misma es, hasta el momento, una gran desconocida. Pese a ello, y gracias a dichos estudios, sí que se conoce y se reconoce la existencia de una serie de factores que pueden actuar como desencadenantes de un brote de psoriasis. A continuación, exponemos los más destacados: Estrés Los trastornos emocionales suelen coincidir con la aparición de brotes de psoriasis. Además, en determinadas ocasiones, puede producirse el proceso a la inversa, siendo la existencia de las lesiones en la piel lo que desencadene situaciones de estrés, ansiedad o fragilidad emocional. No obstante, y pese a ser uno de los factores más acusados, es uno de los más fáciles de controlar por el propio paciente. Traumatismos Uno de cada cuatro pacientes de psoriasis puede sufrir a lo largo de la enfermedad un fenómeno conocido como fenómeno de Koebner, el cual implica que, tras recibir un golpe, aparecen lesiones propias de la psoriasis alrededor de la zona afectada en cuestión. Además, otra serie de traumatismos, quemaduras o cicatrices pueden ser también desencadenantes de brotes de psoriasis. Enfermedades bacterianas o víricas La activación de células del sistema inmunitario propia de este tipo de enfermedades puede provocar la inducción o el empeoramiento de las lesiones causadas por la psoriasis. En concreto, afectaciones en focos infecciosos tales como la faringe o las vías urinarias se relacionan estrechamente con los brotes de psoriasis. Medicamentos Determinados medicamentos pueden verse involucrados en el desarrollo de brotes de psoriasis. Aquellos vinculados con el litio -uno de los elementos básicos de muchos psicofármacos- y los medicamentos para la hipertensión están directamente relacionados con el empeoramiento de las lesiones, pero no son los únicos: algunos básicos de nuestro botiquín, pueden tener también consecuencias negativas si se abusan de ellos. Por ello, se antoja indispensable que informes a tu médico de tus circunstancias antes de iniciar cualquier tipo de tratamiento. Clima Los cambios de estación y el frío extremo pueden relacionarse con los brotes de psoriasis. En líneas generales, los pacientes que sufren de psoriasis suelen mejorar en verano y empeorar en invierno, ya que la sequedad de la piel propia del frío empeora las lesiones. Sin embargo, es importante recordar que una exposición excesiva al sol puede ser contraproducente. De la misma forma, es conveniente evitar el contacto directo de la piel con aires acondicionados y focos con excesiva potencia. Alcohol y tabaco Por último, se ha comprobado que determinadas sustancias tales como el alcohol o el tabaco son factores estrechamente relacionados con el empeoramiento de los brotes de psoriasis, interfiriendo en determinados tratamientos y llegando, incluso, a provocar recaídas. En el caso del primero, además de la sequedad de la piel que provoca y que es fatal para las lesiones, puede dar lugar a graves efectos secundarios si se combina con determinados medicamentos para la psoriasis tales como el metotrexato.

No lo pienses dos veces: usa protector solar este verano

Con la llegada del verano, el sol aprieta más que nunca y nuestra piel se ve expuesta a su radiación con tan solo ir a trabajar o salir a comprar. Por ello, es fundamental tomarse en serio la necesidad de protegernos para evitar quemaduras que, en ocasiones, pueden derivar en algo más serio como alergias o cáncer de piel. Esto es algo a tener en cuenta durante los meses de verano y no únicamente cuando nos vamos de vacaciones. Y es que, aún sabiendo que debemos usar protector solar, todavía muchas personas arriesgan su salud por conseguir un bronceado intenso. Tener una piel bonita en verano no está reñido con protegerla y cuidarla, ya que existen cremas solares, como Prototype 50+, ricas en betaglucano y Uniprotect PT3, con acción reparadora y estimulación de la inmunidad de la piel. De esta forma, y siguiendo los consejos de los expertos, se puede disfrutar del sol sin riesgo a quemarse. Recuerda: Elige un factor de protección adecuado a tu tipo se piel. Aplica el protector solar 30 minutos antes de la exposición al sol para garantizar su efectividad. Extiende de manera uniforme por todo el cuerpo una cantidad suficiente de producto, prestando especial atención en las zonas más delicadas como orejas, párpados, pliegues y empeines. Reaplica el producto cada 2-3 horas y después de cada baño. La linea Prototype  50+ no solo proporciona protección a la piel, si no que además es muy cómoda de usar puesto que no deja máscara blanca, es de rápida absorción y no irrita los ojos. ¡Ahora ya no hay excusa para no usar protector solar!

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